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-El Clipper




EL CLIPPER
HISTORIA




Con casi cuarenta años de historia, el Clipper se ha convertido en uno de los mecheros más simbólicos a la vez que codiciados.
A lo largo de la historia del siglo XX han existido ciertas empresas pioneras en la elaboración de un producto y que debido a su popularidad, la marca ha terminado definiendo al producto en sí; tal es el caso del Tampax, el Sonotone o la Coca-cola, llegando esta última a estar incluso aceptada por el procesador de textos.
Asimismo también existen empresas cuya marca ha creado una clara diferenciación de su producto respecto al resto, como puede ser el caso de Ferrari, pues a pesar de tratarse de un coche, esta marca tiene tal valor añadido que al nombrarlos bien pudiera tratarse de algo completamente distinto.

El Zippo marca la diferencia.

En el mundo de los mecheros La gran referencia se encuentra en los Zippo, ya que al nombrar esta marca se hace una clara diferenciación entre este mechero y todos los demás; algo reconocible en multitud de países.
 El primer Zippo fue oficialmente terminado de fabricar por George G. Blaisdell en 1933, y durante sus más de 75 años de historia se ha ido convirtiendo en un objeto de culto y que no sólo ha creado coleccionistas, sino también verdaderos maestros que han inventado innumerables formas de encender este peculiar mechero.

El éxito del “nuevo” Clipper.

El mechero Clipper fue originariamente creado por la empresa inglesa Briant and May en 1972, pero a raíz de una crisis económica interna, se vieron obligados poco después a vender la patente y a cerrar sus factorías en Reino Unido. Debido a ello fue la empresa española Flamagas la que se encargó de la producción de este mechero.
Flamagas SA, empresa creada en 1959 y perteneciente al Grupo Puig, sin duda no era consciente de la repercusión que tendría ese producto en el futuro. Y es que al igual que le sucedió al Zippo, el Clipper se ha ido alejando poco a poco de ser un simple mechero para ir convirtiéndose en un símbolo en sí mismo, e igualmente a pasado a ser objeto de coleccionista. Si bien en estos cerca de 40 años el diseño el Clipper apenas ha variado, sí ha sufrido pequeños cambios en el diseño inicial, e igualmente se ha ampliado la gama de mecheros, variando tamaños, materiales y añadiendo mecanismos de encendido eléctricos. Pero si en algo han ampliado el mechero, es en los motivos artísticos. Y es que hoy es difícil saber a ciencia cierta el número de encendedores Clipper diferentes que existen en el mundo; pues ni siquiera en Flamagas pueden facilitar este dato.

El secreto del éxito.

Inicialmente el Clipper se ideó con regulador de llama y el botón de encendido metálico, algo que recientemente han recuperado con una serie especial de Clippers completamente metálicos que vuelven a incluir el regulador en su diseño, y que sin duda se convertirá en un modelo preciado por los coleccionistas, al igual que el Clipper con seguro anti-niños.
Originariamente se creó con la intención de hacer un mechero que se pudiera recargar fácilmente tanto de piedra como de gas de modo que el comprador rentabilizase su compra. Esto es así dado que al principio un mechero Clipper podía costar en torno a los siete euros actuales. Poco podían imaginar que una de estas características popularizaría enormemente el mechero y no precisamente para el fin que fue ideada.
Ese es el caso del sistema para cambiar la piedra del mechero, pues el soporte de plástico que la contiene fue rápidamente utilizado para prensar el tabaco de los cigarrillos. Más adelante, y debido también a esta característica, fue la cultura relacionada con el cáñamo la que adoptó este mechero. Es por ello que recientemente Flamagas ha comenzado a comercializar tanto filtros como librillos de papel de fumar ya que han advertido que es entre los fumadores de tabaco de liar donde se encuentra su público objetivo.

Un objeto codiciado.

Sin duda la utilidad de este mechero ha quedado bien confirmada a lo largo de estos casi cuarenta años y su popularidad ha llegado hasta tal punto que en aquellos países donde no se suelen encontrar mecheros Clipper habitualmente, como puede ser el caso de Cuba o EEUU, son altamente valorados. Igualmente en países como España donde la variedad de estos mecheros no es siquiera cuantificable es muy común el coleccionismo, y se pueden encontrar diversas páginas web amateur dedicadas exclusivamente a este mechero.
Y es que el mechero Clipper ha conseguido situarse paulatinamente entre los objetos más característicos del mundo contemporáneo.

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